Preguntas frecuentes

¿Qué es la Masonería?

La masonería es una orden iniciática que pretende la evolución ética, moral y espiritual de sus miembros. En la búsqueda de esta evolución, la masonería descansa en la investigación de la verdad, la práctica de la solidaridad, el estudio de la moral y el perfeccionamiento intelectual y social de la humanidad. El término iniciático se refiere a la esencia del reconocimiento de un tipo de vida, reflexión personal y experiencia.

El origen de la Masonería se pierde en la antigüedad y actualmente agrupo a más de seis millones de miembros en todo el mundo.

Los masones reconocen a un Ser Supremo, al que denominan Gran Arquitecto del Universo, y sustentan los postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad. No admiten más diferencias entre los hombres que las que se derivan de sus méritos y no rechazan a nadie por sus creencias u opiniones. Se reconocen entre sí como Hermanos. Se deben ayuda y asistencia, teniendo la obligación de practicar la solidaridad humana. Respetan la opinión ajena y defienden la libertad de expresión. Aman a su patria, respetan la ley y la autoridad legítima del país en que viven y en el que se reúnen libremente. La masonería exalta la tolerancia, rechaza radicalmente el dogmatismo y el fanatismo y aleja de sus templos las discusiones de política partidista y religión.

La Masonería es muchas cosas, pero, por encima de todo, es un estilo de vida. Para conocerla hay que vivirla; no se puede llegar a conocer la Masonería a través de los libros, solo se logra con el trabajo en la Logia.

¿Qué no es la Masonería?

No es una asociación benéfica, aunque considere estas prácticas como un deber. No es una religión, ya que no impone a sus miembros una creencia religiosa determinada. Los Masones pueden practicar la religión de su preferencia, con tal que respeten las opiniones de los demás.

No es una secta, no proclama ni admite dogmas de ningún tipo, respeta íntegramente las creencias de sus miembros y estos pueden abandonar la Masonería en cualquier momento que lo deseen.

No es una asociación para obtener beneficios personales, ya que no procura a sus miembros ventajas en los negocios o en la política.

No es una asociación política y no tiene como finalidad la actividad política. Si bien los masones pueden ser políticos activos, no está permitida la discusión de política partidista en las logias.

No es una sociedad secreta, ya que no niega su existencia y cuáles son sus propósitos y finalidades y está inscrita en España en el Registro de Asociaciones, con los nombres y apellidos de sus dirigentes y la presentación de sus Estatutos.

No es un círculo de estudios ni una escuela filosófica, ya que el trabajo en las Logias es solamente ritual, con arreglo y sujeción a los diferentes Ritos en los que trabaja la Masonería.

¿Qué es una Logia?

La logia es la célula básica en que se agrupan los masones. Aunque las logias se agrupan para formar Grandes Logias, normalmente una por estado o país, son soberanas. Logia es también el lugar físico, el edificio o salón en el que se reúnen los masones. Normalmente se trata de un recinto rectangular decorado con elementos del simbolismo masónico. El propio recinto físico es uno de estos símbolos. Los masones celebran sus reuniones, denominadas “tenidas” a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo. Las tenidas están siempre presididas por tres símbolos fundamentales: las “Tres Grandes Luces”, constituidas por el Volumen de la Ley Sagrada, la Escuadra y el Compás.

¿Cómo nació la Masonería?

La masonería hunde sus raíces en los antiguos gremios de albañiles o “masones”. Estos gremios existieron desde la antigüedad y, en occidente, cobraron una gran importancia en la Edad Media, en relación con la construcción de las grandes catedrales. La unión de un conocimiento de tipo técnico, ligado a la construcción de los grandes templos, a una fuerte componente espiritual, en conexión con el fin al que iban dirigidas esas construcciones, hizo que el gremio de los masones se dotara de unos fundamentos esotéricos e iniciáticos que no estaban presentes en otros grupos profesionales o artesanos. A esta masonería se le denomina “operativa”, en referencia al hecho de que sus miembros trabajan físicamente en la construcción. Alrededor del siglo XVII, finalizada la era de la construcción de las catedrales, los masones fueron perdiendo fuerza como sociedad y empezaron a admitir en su seno a miembros de la nueva burguesía pero que no eran profesionales de la construcción. Se trataba de personas deseosas de un ámbito en el que debatir en libertad y en el que desarrollar una espiritualidad no supeditada al dogmatismo de las religiones. Nació, de esta manera, la llamada “masonería especulativa”. El templo que se trataba de construir dejó de ser físico y pasó a ser espiritual. Un templo de la libertad, la razón y el perfeccionamiento humano, a través de la fraternidad, la reflexión y la filantropía. La masonería especulativa adoptó las herramientas propias de la operativa como símbolos del trabajo de construcción de ese templo espiritual. En 1717 tuvo lugar un hecho que suele considerarse como el punto de arranque de esta moderna masonería especulativa: la unión de las cuatro logias masónicas de Londres.

¿Qué o quién es el Gran Arquitecto del Universo?

La respuesta a esta pregunta es compleja. Los masones denominan Gran Arquitecto del Universo a este ser precisamente para evitar definiciones precisas que, necesariamente, caerían en el dogmatismo. El Gran Arquitecto del Universo puede identificarse con los conceptos de Dios propios de las grandes religiones actuales, como el Cristianismo, el Islam o el Judaísmo. Puede identificarse también con los conceptos de divinidad propios del Hiduísmo, el Budismo, el Sintoísmo y de las religiones orientales, en general. Puede ser la idea de entidad suprema, de orden o de origen que muchas personas asocian a la divinidad o el concepto intuitivo del infinito espiritual. Puede hacer también referencia a la valoración personal de los aspectos metafísicos de la existencia.

¿Me pedirán que ingrese?

No. La decisión de solicitar el ingreso en la Masonería ha de ser libre y efectuada sin ningún tipo de presión.

Muchos hombres que hubieran deseado ser masones nunca lo llegaron a ser por desconocer que a un masón no le está permitido pedir directamente el ingreso de un nuevo miembro. Quien esté interesado tiene que dar el paso personal y voluntariamente. Lamentablemente, a menudo se encuentran hombres que esperaron en vano ser invitados.

Si está interesado y quiere ingresar en la Masonería o desea más información no dude en contactar con un masón o con una logia para ampliar su conocimiento sobre la Francmasonería. Quizás uno de sus amigos que es masón puede tocar el tema conversando con usted, pero de ninguna manera le pedirá que ingrese, porque creemos que un hombre debe pedir su ingreso solo de su propia voluntad y no por haber sido solicitado.

Si no conoce a ningún masón, siempre puede acudir a una de nuestras Sedes, donde tendrá buena acogida y podrá conseguir toda la información deseable. También puede ponerse en contacto a través de correo electrónico o con una carta por conducto tradicional.

No podemos ni deseamos hacer proselitismo; pero atenderemos todas las solicitudes de información.

¿Cuáles son los requisitos para ingresar?

Ser miembro de una logia masónica está al alcance de todo hombre mayor de 21 años, sin distinción de nacionalidad, grupo social o religión. Los que son aceptados como miembros han de tener buen carácter, aptitud para trabajar en grupo, buena reputación y creer en un Ser Supremo.

Un candidato ha de estar recomendado por un miembro de la Logia en la cual desea ingresar. Su solicitud es leída en una reunión y pasada a un comité compuesto por tres miembros del Taller, quienes por separado entrevistan al peticionario, de preferencia en su hogar. Después del informe de la comisión a la Logia, la solicitud del peticionario es sometida a votación por sufragio secreto y universal de los miembros de la Logia y, en caso de ser aceptado, empieza el proceso que le llevará a ser miembro más de la Logia, sin más derechos y obligaciones que aquellos que vengan dados por el grado.

A pesar de tener las mismas reglas generales, cada Logia tiene su individualidad propia reflejada por su Reglamento Interno, por eso es posible que un candidato sea dirigido preferentemente hacia una Logia determinada a la cual podría, por su composición y características, adaptarse mejor.

¿Qué ocurre en la iniciación?

Iniciación significa "comienzo", el comienzo de un proceso que se desarrolla paulatinamente a lo largo de los tres grados: Aprendiz, Compañero y Maestro Masón.

La iniciación, solemne y de muy antiguo origen, es una experiencia vivificadora para el candidato e imprime carácter. Tras ella, el ya masón, recibe más instrucciones sobre la ceremonia ritualística en la cual ha participado. Se le pide, además, memorizar algunas partes esenciales de este ritual.

El ritual Masónico ilustra la importancia de una vida moral. Utiliza las herramientas de los antiguos masones y canteros como símbolos para enseñar estos ideales, valiéndose para ello, además, de alegorías.

Un Masón promete construir su vida y su carácter con la misma atención que los maestros de obra empeñaban en la construcción de las grandes catedrales, siglos atrás.

La iniciación es un proceso continuo del hombre sobre sí mismo, hecho posible gracias al clima de serenidad, a la fraternidad y a la tolerancia de sus hermanos masones que, como él, están siguiendo o han seguido el mismo camino.

¿Qué hacen los masones?

Se dedican a trabajar para mejorarse así mismos como hombres. Al igual que muchas otras personas, los masones intentan vivir de acuerdo con los altos principios éticos y morales, como buenos ciudadanos.

No pretenden tener el monopolio de estos ideales pero tienen sus métodos, peculiares y por lo tanto que quizá no convengan a todo el mundo, pero que en muchos casos han dado resultados excelentes. La Masonería enseña y practica los principios y los ideales de fraternidad, amistad, gentileza, honestidad, decencia, amabilidad, honradez, compresión, afecto y filantropía.

Defienden la creencia de que los hombres somos todos parte de la Fraternidad Humana.

¿Cuál es la relación entre la Masonería y la sociedad?

La Masonería exige de sus miembros respeto a las Leyes del país en el que cada Masón vive y trabaja.

Los principios Masónicos no pueden entrar en conflicto con los deberes que como ciudadanos tienen los masones, sino más bien tienden a esforzarlos en el cumplimiento de sus responsabilidades públicas y privadas.

A la inversa de las ideologías que pretenden reformar la sociedad, la Masonería induce a sus miembros a reformarse a sí mismos, en el convencimiento de que el progreso individual contribuirá a la mejora ulterior de la sociedad. Por ello, los verdaderos masones no participarán nunca en ninguna conspiración contra un poder legítimamente constituido.

Para un masón sus obligaciones como ciudadano deberán prevalecer sobre cualquier otra obligación y por tanto no otorgará ninguna protección a quien actúa deshonestamente o contra la Ley.

La Masonería prohíbe a sus miembros tratar, en tanto que masones, de temas relacionados con la política y la religión; son por lo tanto dos temas que nunca se abordan en las reuniones (Tenidas) que periódicamente celebran las Logias, a las que tienen obligación de asistir todos sus miembros. Cada masón tiene sus creencias y opiniones propias en materia de política y religión, como en cualquier otro orden de la vida, opiniones y creencias que le son respetadas por la Masonería y por los demás masones

¿Por qué sólo los hombres pueden ser masones?

Aunque constituye una idea muy extendida, no es cierto que sólo los hombres puedan ser masones. La masonería fue desarrollada en una época (siglos XVIII y XIX) en que, salvo alguna excepción, las mujeres estaban excluidas de los ámbitos sociales ajenos a la familia. Esto hizo que, salvo alguna excepción también, las estructuras, símbolos y rituales de la masonería fueran desarrollados por hombres. Ellos crearon una organización a su medida, que sigue prevaleciendo. Pero nada impide a las mujeres iniciarse y, de hecho, son muchas las que lo hacen, ingresando en logias mixtas o femeninas.

¿Es la Masonería una asociación contraria a la religión católica o a alguna otra?

No. La masonería acepta entre sus miembros a personas de cualquier religión, con la única salvedad de que sean tolerantes y acepten el compromiso firme de respetar a los practicantes de otras religiones. Está estrictamente prohibido debatir sobre religión en las reuniones masónicas. Éste y la política partidista son los únicos temas excluidos.

¿Por qué se ha perseguido a la Masonería en todos los países?

Porque la masonería fomenta el libre pensamiento y la libertad de cultos y de expresión y, desgraciadamente, son muchos los países en los que, en la actualidad o en algún momento de su historia, el ejercicio de la libertad es o ha sido un delito.

¿Está la Masonería española subordinada a la británica?

No. Normalmente existen una o varias obediencias separadas en cada país o estado. Esas obediencias agrupan a varias logias y son los órganos máximos a nivel organizativo. La masonería no tiene lo que se podría llamar una estructura organizativa a nivel supranacional. Lo que sí ocurre es que las obediencias establecen acuerdos de mutuo reconocimiento que permiten a los miembros de una visitar logias de la otra. Pero esos acuerdos no implican, en modo alguno, subordinación. Respecto a las relaciones entre la masonería española y la británica, cabe decir que la Gran Logia de España (la obediencia española más numerosa, que agrupa aproximadamente al 70% de los masones residentes en España) mantiene relaciones con la Gran Logia Unida de Inglaterra y con varios centenares de obediencias repartidas por todo el mundo. Otras obediencias españolas mantienen relaciones con otras obediencias extranjeras, incluidas algunas del Reino Unido, que no son la Gran Logia Unida de Inglaterra.

¿Está la Masonería española subordinada a la francesa?

No. Hay dos cuestiones que pueden generar algo de confusión en este sentido. Por una parte, la Masonería como institución plenamente organizada llegó a España a principios del siglo XIX de la mano de la administración napoleónica y dirigida por el propio rey José I Bonaparte. Sin embargo, la Masonería española posterior a esa época es plenamente independiente de la francesa. Por otra parte, en la actualidad existen en España algunas logias que dependen del Gran Oriente de Francia. No obstante, la existencia de logias del Gran Oriente de Francia en España no debiera bastar para deducir una subordinación de la Masonería española respecto a la francesa, puesto que, de los aproximadamente 3500 masones que hay en España, las logias dependientes del Gran Oriente de Francia no agrupan a más de 100.